Se trata de la familia que perdió su vivienda en el incendio del año 2009 en el edificio D. La familia denuncia a sus vecinos por maltrato y hostigamiento psicológico. Además manifiestan, que son objeto de maltrato verbal y en reiteradas ocasiones, reciben empujones y escupitajos, cuando no hay testigos que puedan aportar a las denuncias.
Todo comenzó en el año 2009, cuando los vecinos denunciados, tenían un negocio clandestino, donde expedían bebidas alcohólicas en horas de la madrugada. En ese momento, vecinos y testigos adjudicaron el incendio a un ajuste de cuentas, por parte de un grupo que incendió el galpón trasero del negocio clandestino.
El fuego comenzó a crecer, e incendió tres departamentos, dos en su totalidad y uno parcial. La vecina que denuncia a estos vecinos, en ese momento perdió su departamento en su totalidad, y no sólo eso, en ese momento, su hijo menor quien tenía 3 años, tuvo que saltar con su madre por una ventana del primer piso para salvar sus vidas.
Desde ese momento hasta el día de hoy, la vecina denunciante, no ha parado de tocar puertas. Nadie en ninguna institución municipal ni del estado ha escuchado a esta familia, «todos sabían de ese clandestino, el municipio sabía, ya que mis vecinos venían hace 5 años denunciando su existencia, nadie desde la municipalidad vino a clausurar o multar como deberían haberlo hecho. Hoy gracias a la ineptitud de todos los funcionarios, no sólo perdí mi casa, mi tranquilidad, sino que además, mis hijos padecen desde ese entonces, daños psicológicos, después de 12 años siguen en terapia y mi hija es paciente psiquiátrica. Nadie me ayudó en su momento y nadie me ayuda ahora con esta gente» indicó la vecina.
En cuanto a las denuncias realizadas por Ana Chianalino, la vecina denunciante expresó «la primera denuncia la hicimos hace 12 años, por el tema de acumulación de basura en los patios que deberían ser compartidos por todos los vecinos que vivimos en el edificio y ellos usurparon, apropiándose de esos espacios para acumular basura y objetos que contribuyeron a que tres familias perdiéramos nuestras viviendas. Hace 12 años que golpeó puertas para que alguien nos ayude, no sólo vivimos rodeados de basura, de ratas, de moscas, sino que desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, nos invade el olor de todo lo que se acumula en los patios que ellos han usurpado. No podemos ni siquiera abrir una ventana, porque el olor que emana desde abajo es insoportable, no solo hablamos del olor sino que la contaminación visual ya es inaguantable, nos deprime vivir así, no podemos vivir así» indicó Ana y agregó «esto es un delito, donde pregunto, donde busco asesoramiento, en todos lados me dicen que lo que vivo con los vecinos de abajo es un delito. Claramente hablamos de personas que no están en sus cabales, la acumulación de basura es una enfermedad y alguna institución del Estado debería actuar por oficio, ya que las denuncias no sirven para nada, no sólo por esta gente que denotan que no están bien, sino por nosotros, los vecinos que debemos convivir con ellos, vivimos mal, amedrentados, sometidos y humillados» expresó Ana.
«Desde que me mude hasta el día de hoy, siento que todos mis derechos y los de mis hijos están siendo vulnerados por esta gente con el amparo de la justicia, lo digo porque esta gente asesorada por uno de los hijos policía, me han hecho infinidades de denuncias a mi, el mundo del revés» indicó indignada la vecina y agregó «Yo trabajo de noche en una hostería, mi vida pasa por el cuidado de mis hijos y el trabajo, soy mamá soltera y eso es justamente lo que esta gente está aprovechando, me ven sola y me agreden, psicológicamente estoy devastada y agotada, mis energías decayeron, hay días que me invade la depresión y me acuesto, solo me paro para ir a trabajar y vuelvo a mi casa a la depresión, ver a mis hijos en el mismo estado me destruye como mamá, ver que ellos van a terapia porque deben buscar ayuda para enfrentar el día a día me parte en dos y nadie de los defensores de los Derechos del Niño, nos ha escuchado» manifestó angustiada.
Claramente en sus palabras, Ana denota angustia y cansancio «esta semana viví más en la comisaría que en mi casa, me han hecho denuncias de abandono de menor por ir a trabajar, mi hijo de 16 años queda al cuidado del papá que no vive conmigo pero va a dormir con él a mi casa, no hay abandono de nadie, siempre está acompañado por su hermana o su papá, pero esta gente mal vividora me denunció y a ellos sí les toman las denuncias, a ellos sí los escuchan y a mi la justicia me cita, me llama, me hace perder el tiempo. Mi hijo menor de edad se crió en este ambiente de agresiones, de ver a su mamá llorar y muchas veces de impotencia por sentirme abandonada por la justicia. A mi hijo menor de edad, hasta el día de hoy le vulneran sus derechos, y me pregunto ¿donde están los derechos del niño? ¿dónde están los adultos que deberían intervenir para que mi hijo menor de edad pueda vivir tranquilo sin agresiones? porque no sólo me agreden a mí sino a mis hijos, el daño psicológico por hostigamiento a ellos es tan grande y me siento impotente, porque no encuentro la manera de parar a esta gente. Insisto, mi hijo es menor de edad y todos los funcionarios municipales y judiciales vulneran sus derechos, no involucrándose en el foco del problema, que son dos adultos acumuladores de basura que nos agreden de forma reiterada y hoy por hoy no sólo son ellos sino sus familiares, quienes se han unido a agredirnos y a hostigarnos, de todas las formas que se les ocurran» indicó Ana.
En cuanto a la infinidad de puertas que la vecina golpeó para que la escuchen indicó «hice miles de denuncias, la primera fue para que le saquen el clandestino y lo conseguí, pero ellos me amenazaron que me iban a hacer la vida imposible hasta que me vaya por haber logrado que los clausuren. Desde ahí comenzó la problemática, ya que a las horas del incendio, mientras yo no sabía qué hacer por no tener un techo donde vivir con mis hijos, esta gente empezó a acumular su basura nuevamente en los patios que rodean el edificio. Comencé a denunciar la acumulación de basura hasta el cansancio, hablé en el municipio, hable con la gente del IPVU, hablé con la justicia, abogados, concejales y el Juez de Falta que hoy por hoy debería resolver este tema tal cual hizo con otro vecino de Chacra 30 que tenía tomada la calle con basura y autos en deterioro. No entiendo por qué nadie puede hacer que esta gente limpie y saque toda la basura que han acumulado por años en los costados, frente y la parte posterior del edificio. Lo único que conseguí, fue que los guardas ambientales fueran a «realizar la inspección» los alertará para que ellos se eviten una multa y de esta manera, la basura sigue en el mismo lugar «pero organizada y acomodada» es decir, todo sigue igual, ellos alertados, sin multa y sin un informe real de la basura acumulada ya que no les permitieron «ingresar a mirar como estaba todo» y agregó «ese día mi impotencia creció a tal punto que la que denunciada fui yo y me hacen un informe a mí donde me dicen verbalmente»que a la que van a multar es a mi» asi de simple e injusto, por lo que me doy por enterada, anticipadamente, que el Juez de Falta tampoco va a lograr nada de nada con esta gente y nuestros derechos siguen siendo vulnerados por estas personas y las entidades que deberían defendernos. Además se han inventado y desparraman a otros vecinos, que yo denuncié a todos los que han construído extensiones y eso no es verdad. Yo voy con la verdad a todos lados, mi problema es con ellos no con el resto, yo los denunció a ellos por acumular basura que terminó con mi casa y la de mis hijos, yo los denunció a ellos que me agreden psicológicamente, nos humillan, nos hostigan y maltratan a mí y a mis hijos, espero que alguna institución defensora de las mujeres se contacte conmigo porque necesito ayuda… yo, mi hija y mis hijos estamos desamparados de la justicia» manifestó la vecina.
Por último Ana advierte «nos agreden a tal punto que utilizan a mujeres, para que ataquen a mi hijo mayor cuando va a casa, lo esperan en el palier para insultarlo, empujarlo, escupirlo y escupirme a mí, para provocarlo y que él reaccione, y los agreda a ellos para meterlo preso, por que justamente eso nos dijeron a los gritos una vez «tu hijo va a terminar en cana». Mi hijo sube indignado a casa, siempre me escupen a mí, me bañan en escupitajos para hacerlo reaccionar y yo frenándolo para evitar un mal mayor, es indignante, subimos y bajamos acompañados porque tememos por nuestra integridad al ingresar solos a nuestra casa. Después van y ellos me denuncian a mí, inventan denuncias buscan testigos falsos y a ellos sí la justicia los escucha, pero es entendible, tienen un hijo policía que les mueve los papeles, a mí nadie me mueve papeles, a mi me cajonean las denuncias» y agregó «ya no se que más hacer ni a donde puedo recurrir, porque acá va a pasar una desgracia, advierto esto porque mil veces frené a mi hijo mayor de que haga una macana, mil veces vio llorar a su hermana y a su madre, mil veces escuchó llorar a su hermano menor, y mi miedo como mamá es que la impotencia que acumula, un dia explote, porque nadie hace nada y los hago responsables a todos y a cada uno de los que fui a ver, con los que me entreviste y nunca jamás nos dieron la chance de escucharnos ni mucho menos de involucrarse en este problema» y agregó para finalizar «ellos se jactan y se ríen en mi cara de que son AMPARADOS POLÍTICOS, que el MPN, no los toca, que ningún partido los toca, al contrario los ayudan y amparan. Hoy militan para el partido político Confluencia, y es sabido que han yirado por todos los partidos políticos que se han formado en San Martín de los Andes, buscando réditos y ayudas porque ellos dicen que son dos enfermos mayores . Por lo que no resulta difícil de creer lo que nos gritan a los 4 vientos, que realmente CONFLUENCIA y el MPN, los amparan y es por eso que nadie hace nada para y por los vecinos que debemos convivir con esta gente y su acumulación de basura. Un abogado me sugirió que inicie acciones legales y estoy pensandolo muy en serio» finalizó Ana Chianalino.
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