El Diputado provincial Cesar Gass presentó un proyecto de Ley que propone regular el uso de dispositivos electrónicos en los distintos niveles y modalidades del sistema educativo provincial.
El proyecto determina como autoridad de aplicación el Ministerio de Educación y el Consejo Provincial de Educación, quienes deben dictar las normas reglamentarias y protocolos correspondientes, una vez promulgada la ley.
En sus fundamentos sostiene que “múltiples investigaciones aseguran que la exposición temprana y prolongada a medios electrónicos está asociada con un mayor riesgo de tener síntomas psicofísicos, en especial con problemas relacionados al aislamiento social, alteraciones de la atención e hiperactividad, del sueño, trastornos de ansiedad y depresión. Además, comprueban que una elevada exposición a las pantallas en menores de 5 años reduce la cantidad y la calidad de las interacciones entre el niño/a y sus cuidadores y desplaza el tiempo de juego, esto afecta negativamente el uso y la adquisición del lenguaje, la atención, el desarrollo cognitivo y de las funciones ejecutivas”.
Dentro del aula, el teléfono celular, las tablets o dispositivos similares resultan un gran distractor.
De acuerdo a otras publicaciones consultadas, los especialistas consideran que 20 minutos es el tiempo que demora un estudiante en recuperar la atención cada vez que le llega una notificación al teléfono cuando está en el aula. Se suman las fotos y los videos que suelen hacer y el ingreso constante a las redes sociales. Desde el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), establecen una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) y el rendimiento de los estudiantes.
El uso del celular por parte de los adolescentes se volvió uno de los grandes desafíos en las comunidades educativas. Países como Francia, Finlandia, Suecia, Grecia y Holanda ya prohibieron el uso de los teléfonos en el horario escolar. En Argentina, se descartan las prohibiciones y, en cambio, proponen integrar la tecnología, aunque con algunas restricciones.
Proponemos este proyecto basado en nuestro compromiso con la educación, y porque sabemos que el uso de celulares sin regulación expone a los niños, niñas y adolescentes a situaciones de acoso, ciberbullying, ludopatía -a través de las apuestas online- y afecta notoriamente su rendimiento escolar.