A raíz de la denuncia de un comerciante, la Policía investigó y saltó que fueron 221 maniobras y 28 víctimas en total por un perjuicio económico millonario. El estafador fue detenido.
Ante esta situación, el comerciante observó las cámaras de monitoreo del lugar y pudo observar que las seis compras fueron efectuadas por el mismo joven, aunque luego, a la hora señalada de la devolución, nadie manipulaba la terminal de pago. Con esa información se acercó a la Policía y denunció la estafa.
Los pesquisas se pusieron en acción y a través de Prevención de Fraudes de Prisma pudieron obtener el nombre del titular de la tarjeta que se utilizaba. «Así pudimos constatar que en total fueron 221 maniobras bajo la misma modalidad, lo que ascendía a un perjuicio de más de un millón de pesos y que las victimas son 28 comerciantes, todos de Neuquén», detalló Van De Genachte y agregó que todas las transacciones eran por «montos no muy grandes». LMN confirmó dichos movimientos fueron detectados desde el mes de abril de este año en adelante.
Con el nombre del titular y las imágenes obtenidas por las cámaras del comercio, se pudo llegar a establecer que se trataba de un joven de 25 años, quien «hasta hoy» trabajaba en una empresa que se dedica a la venta de terminales de pago. «Una vez que supo del empleado infiel, el gerente de la empresa de pagos electrónicos inmediatamente se puso a disposición y nos indicó que este joven había recibido capacitación para preparar y reparar estos posnet», explicó el jefe policial y destacó que «una persona común no podría haber cometido la maniobra por no tener el conocimiento de cómo se programa un dispositivo de estas caracteristicas».
Se supo así que lo que realizó el estafador fue clonar la terminal del comercio al que entregaba el posnet, para luego así poder realizar el engaño y manipular el dispositivo clonado ya fuera del negocio sin que el dueño se enterara. De esa forma, realizaba las compras, abonaba la mercadería y al cabo de un tiempo, se autodevolvía el dinero, haciéndose «gratis» de la mercadería.
Con las pruebas recolectadas, se solicitaron dos órdenes de allanamiento para la casa del empleado infiel y las oficinas donde trabajaba. Finalmente, este miércoles 14 de diciembre se concretaron las diligencias en ambos lugares con resultados positivos para la causa.
En el lugar de trabajo, en calle Carlos H. Rodríguez al 900, se logró demorar al joven estafador; mientras que en su vivienda, en el barrio Fonavi, se secuestraron plantas de cannabis sativa y derivados, un auto, teléfonos celulares, CPU´s, indumentaria y resúmenes de cuentas. Todos los elementos fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Delitos Económicos en el marco de la causa, que en horas de la tarde notificó al sospechoso de la investigación en su contra por el delito de estafa y dispuso su libertad supeditada.
Respecto de cómo prevenir este tipo de maniobras, el comisario resaltó que se trata de un caso muy especial, donde el estafador tiene los conocimientos para poder clonar los dispositivos. Caso contrario es muy difícil que pueda realizar la maniobra. Sin embargo, resaltó la necesidad de hacer controles más minuciosos y más seguidos. «En el caso del comerciante que denunció, detectó el faltante en el arqueo mensual», sostuvo.