Por: Veterinario Mariano Battistotti
El moquillo canino es una enfermedad infecciosa sumamente contagiosa y potencialmente letal para tu mascota (canino), tanto para cachorros como para adultos. Es causado por el virus “Distemper canino” y genera un cuadro sistémico con periodos de fiebre alternados.
Una vez contagiado el animal, es muy difícil realizar con éxito un tratamiento por lo que es de gran importancia la prevención de esta enfermedad a través de un completo plan de vacunación.
¿Cómo se transmite?
Se transmite en forma directa a través del contacto entre animales enfermos y sanos al igual que ocurre con la gripe en seres humanos. También puede transmitirse a través de materiales y objetos contaminados con el virus que las personas llevan a sus hogares desde la calle.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas son muy variados y dependen del órgano o tejidos afectados. Los aparatos afectados son:
• Piel: dermatitis pustulosa, en casos crónicos hiperqueratosis de almohadillas palmares y plantares.
• Ojos: conjuntivitis
• Digestivo: diarrea y vómitos
• Respiratorio: secreción nasal clara, bronconeumonías, etc
• Nervioso: encefalitis con convulsiones, parálisis o paresia de miembros, espasmos musculares.
¿Cuál es el tratamiento?
No hay un medicamento que elimine en virus en el organismo. El tratamiento depende del órgano afectado y el objetivo es controlar los signos clínicos del animal hasta que el ciclo del virus pase.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?
La forma más eficiente de prevenir esta enfermedad es a través de la VACUNACIÓN. Los cachorros a partir de los 2 meses de edad son susceptibles al virus, por lo que se recomienda vacunar SIEMPRE a estos cachorros. Luego se realizan algunas vacunas en edad temprana y se recomienda vacunar a los adultos a lo largo de toda su vida (una vez por año junto con la vacuna antirrábica).