Comenzó a llover en el lote 39 y se espera que el agua logre contener el incendio de Aluminé. Con una temperatura de 16 grados aproximadamente, el agua parece aplacar bastante los focos de incendio en Quillén. Hay alerta de vientos intensos pero el agua es la esperanza de brigadistas y autoridades Nacionales, Provinciales y locales para que termine la pesadilla de este incendio.
La lluvia que estaba pronosticada comenzó en Aluminé, en el lote 39. La voz de «llueve!!» trajo esperanzas a los brigadistas, que aguardan el agua para poder avanzar sobre más de 4.5.00 hectáreas donde el fuego arrasó con toda la vegetación existente, con algunos claros verdes en ése périmetro estimado. Un grupo de brigadistas se trasladó a la zona sur (Linares) en forma preventiva, en tanto para hoy también rige una alerta de vientos intensos en la cordillera que mantiene la guardia alta en el trabajo continuo. Se estima que las ráfagas podrían alcanzar los 100 kilómetros por horas.
La propagación del fuego se había aplacado por las bajas temperaturas que ocasionó el ingreso de un frente frío. «El incendio no está controlado ni contenido, el perímetro es estimado porque ésto se determina subiendo a la superficie y no estamos sobrevolando el área», dijo el ministro de Turismo de la provincia, Sandro Badilla.
Foto: Rodolfo Ramírez
Agregó que en las próximas hora se emitirá un parte con mayores detalles sobre la actividad de los brigadistas que llevan más de una semana intentando extinguir las llamas.
La principal novedad del último día del año es que se conformó una base de operaciones más pequeña al sur, en la comunidad Linares. Allí trabajaron cuadrillas del plan provincial de Manejo del Fuego de Junín y San Martín de los Andes, Bomberos de Junín y voluntarios de las comunidades mapuches de la zona. En conjunto, realizaron tareas de cortafuegos sobre el bosque para impedir que el fuego siga avanzando hacia el sur.
Todavía no se ha podido estimar el área que ha abarcado el siniestro. Cuando las aeronaves puedan sobrevolar el área se podrá calcular el nuevo perímetro afectado por la combustión, aunque se estima que superó las 4 mil hectáreas.