El oficialismo logró aprobar el decreto junto a Pro, UCR, la CC y legisladores que responden a gobernadores; la discusión se dio con un Congreso cercado de policías; festejo presidencial y expectativa por la reacción de los mercados
Con 129 votos a favor y 108 en contra, la Cámara de Diputados ratificó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita al Gobierno nacional a cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El oficialismo logró el respaldo necesario con el apoyo del PRO, la UCR, la Coalición Cívica, parte de Encuentro Federal y diputados alineados con los gobernadores. En tanto, el bloque de Unión por la Patria rechazó la medida, aunque los legisladores peronistas de Catamarca se ausentaron durante la votación.
La sesión estuvo enmarcada en un fuerte operativo de seguridad ante la convocatoria de manifestaciones en defensa de los jubilados, en respuesta a la represión ocurrida en una marcha anterior. Dentro del recinto, el clima también fue tenso desde el inicio. La Libertad Avanza impulsó una moción para acortar el debate y reducir los tiempos de exposición, lo que generó fuertes críticas de la oposición. Finalmente, la propuesta se aprobó con 141 votos a favor y 95 en contra.
Desde el peronismo denunciaron una «limitación al derecho a expresarse». Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, cuestionó la estrategia oficialista: «Este tema es demasiado importante como para restringir el uso de la palabra». Durante la sesión, se produjeron momentos de alta tensión, como cuando la diputada libertaria Marcela Pagano utilizó un megáfono para reclamar su desconocimiento como presidenta de la Comisión de Juicio Político, desatando un cruce con el presidente de la Cámara, Martín Menem.
El oficialismo defendió la aprobación del DNU como una herramienta para garantizar estabilidad económica y fortalecer las reservas del Banco Central. «Sabemos lo que es que te desestabilicen un gobierno. Nosotros no vamos a especular», sostuvo la diputada del PRO Silvia Lospennato. En la misma línea, Cristian Ritondo reafirmó el respaldo a la gestión de Milei, destacando que «dejar gobernar es clave para la estabilidad del país».
Desde la oposición, el radical Facundo Manes rechazó el DNU por considerarlo «una irresponsabilidad institucional, económica y política» y exigió que el acuerdo se trate mediante una ley para garantizar el debate. Por su parte, el diputado Eduardo Valdés denunció que el Gobierno no informó detalles clave como el monto, el plazo y la tasa de interés del nuevo endeudamiento. En la misma línea, Itai Hagman advirtió: «Están aprobando un endeudamiento eterno sin transparencia».
Máximo Kirchner, referente de La Cámpora, recordó que su sector ya había rechazado en 2022 el acuerdo impulsado por el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. «Esto va a fracasar y ustedes lo saben», sentenció.
El oficialismo logró alcanzar el umbral de 129 votos necesarios para la aprobación, mientras que 108 legisladores se pronunciaron en contra. Hubo abstenciones por parte de algunos diputados, entre ellos, Emilio Monzó, Florencio Randazzo y Martín Tetaz.
Al tratarse de un DNU, el Gobierno solo necesitaba la aprobación en una de las Cámaras para que la medida se mantenga vigente. De esta manera, la administración de Javier Milei sortea su debilidad en el Senado y avanza en la concreción del nuevo acuerdo con el FMI, en medio de un escenario político convulsionado y con una fuerte resistencia de sectores opositores.