Insultos, patadas y amenazas: denuncian brutal golpiza policial a jóvenes en Junín de los Andes. Se la atribuyen al GEOP, que supuestamente intervino tras una denuncia por personas sospechosas. Indignados, los familiares de las víctimas pidieron que «paguen por todo lo que hicieron»
Una aparente denuncia telefónica por personas con armas derivó en un gran despliegue policial en la ciudad de Junín de los Andes y terminó con un inusual operativo, donde dos menores y tres jóvenes fueron víctimas de una brutal golpiza. El hecho ocurrió el domingo y durante los últimos días, las víctimas y sus familias hicieron múltiples presentaciones contra la Policía neuquina para que se investigue a fondo a los involucrados en el violento procedimiento.
«No nos pueden dar una explicación», expresó María Soledad González, una de las denunciantes por el grave incidente ocurrido el domingo, alrededor de las 7:30. La mujer precisó que todo comenzó cuando su hijo, un adolescente, salía de una fiesta junto a un grupo de jóvenes y regresaban a sus hogares en un auto. Sin embargo, fueron interceptados por un móvil del GEOP que, sin darles la voz de alto, los chocó.
González contó que el conductor del auto se asustó mucho y no dudó en seguir rumbo a su casa para buscar protección. Pero la pesadilla no terminó ahí porque los policías del GEOP convocaron a otras unidades y el grupo de jóvenes fue reducido en la casa donde pretendían encontrar refugio. Sobre la detención, González especificó que «comienzan a darles golpes, a insultarlos, muchas patadas en la cara, los esposaron». Asimismo, un perro resultó baleado.
Tras la detención, los jóvenes fueron conducidos primero al hospital, donde fueron revisados y se hizo una descripción de las lesiones que presentaban. Después, fueron llevados a la comisaría. González aclaró que «ellos pedían ayuda pero continuaron agrediéndolos, pegándoles, les bajaron el pantalón». Asimismo, indicó que los amenazaron y les advirtieron que «si decían algo, iba a ser peor».
Recién a las 9:30 del domingo, González pudo ver su hijo en la sede de la Comisaría 25 y consultar a un oficial sobre los motivos del salvaje operativo. «Hubo una denuncia», habría sido la escueta explicación del funcionario policial. De igual modo, la mamá del menor pudo entrevistarse con el comisario Marcos Blanco aunque no obtuvo mayores precisiones de las causas del procedimiento. Tampoco tuvo suerte a la hora de obtener los nombres de los agentes que intervinieron en la detención de su hijo. En cuanto a las presuntas armas que se mencionaron en la denuncia telefónica original que motivó el despliegue, no se concretó ningún secuestro.
Apenas se inició la semana hábil, González acompañó a su hijo a hacer una presentación a la fiscalía y ayer fue el turno de ella. Por un inconveniente técnico, hoy regresará a las oficinas judiciales para ratificar su denuncia.
Muy indignadas, las familias de los jóvenes se reunieron y decidieron hacer público lo sucedido para que se investigue a fondo. En el caso de González, no solo concurrió a la justicia sino que pidió a Asuntos Internos de la Policía que abra un expediente. Y junto al resto de las madres y padres, enviaron un correo a la Jefatura de Neuquén capital para que se inicien acciones contra los responsables del salvaje procedimiento. «Que paguen por todo lo que hicieron», enfatizó González sobre el objetivo principal de la denuncia pública y las presentaciones en las oficinas judiciales y policiales.
Conmovida por la dramática situación que sufrió su hijo, la mujer no dudó en señalar que los jóvenes «se salvaron de no terminar tirados por ahí».