La FIFA confirmó las sedes de las próximas dos Copas del Mundo y la Selección Argentina se dará el lujo de jugar en el país.
La FIFA confirmó que en 2030, el año centenario del primer Mundial, tendrá tres partidos cruzando el océano Atlántico. Propuesta de Conmebol de la mano de Alejandro Domínguez, que puso sobre la mesa esta idea ante la dificultad de que le dieran la sede, teniendo en cuenta que picaba en punta el trio Espana-Portugal-Marruecos. Este 11 de diciembre hubo reunión virtual de FIFA para la oficialización, entre otras decisiones, y fiesta en la sede de Conmebol.
Evento con leyendas sudamericanas en el hotel Bourbon, frente a la Conmebol. Y Dominguez participando activamente en el encuentro de FIFA, agradeciendo la decisión de integrar a Sudamérica en un ano centenario. Con Montevideo para el partido inaugural del 2030, más el estadio nuevo de Olimpia de Paraguay y seguramente el Monumental para un partido de Argentina.
Mientras las Eliminatorias de 2026 están en su etapa final, con seis cupos sudamericanos mas uno de Repechaje, hay que adelantar que Argentina, Uruguay y Paraguay tienen asegurado su lugar en 2030 por ser sede, aunque sean de un partido. No está determinado aun si irán tres equipos más de Sudamérica o cuatro ni está definido el formato de las próximas Eliminatorias.
Lo concreto es que una es oficial y que después de un Mundial por primera vez en tres países (Estados Unidos, México y Canadá), el de 2030 será aún más disruptivo: se disputará en su mayoría en Europa y meterá un pie en Sudamérica, con Domínguez negociando con Infantino, que en abril estuvo en Luque y mostró su apoyo al proyecto. Por eso también este miércoles está Chiqui Tapia en Paraguay, para este anuncio oficial.
El Congreso de la FIFA oficializó esta designación en su sesión extraordinaria, destacando el valor histórico de Sudamérica en el torneo. La candidatura conjunta de España, Marruecos y Portugal, con partidos conmemorativos en el Monumental, el Centenario y estadios de Asunción, busca honrar el legado del fútbol.
Según el informe de FIFA, Sudamérica aporta una «experiencia emotiva y estimulante», mientras que su infraestructura deportiva y proyectos en marcha complementan la propuesta.
En cuanto a Europa, aunque la solidez económica y organizativa es un punto fuerte, el análisis reveló deficiencias contractuales y de infraestructura en ciertos estadios. Estas observaciones colocan a Sudamérica en una posición estratégica para destacar en aspectos como la hospitalidad y el simbolismo cultural. Buenos Aires, en particular, fue señalada como un eje clave para la logística y el alojamiento, fortaleciendo la candidatura regional.
El Mundial 2030 marcará un precedente al incluir tres continentes, fusionando historia y modernidad. Con 17 ciudades anfitrionas en Europa y Marruecos, y un pie firme en Sudamérica, el torneo promete ser un puente cultural único. Los estadios de España y Portugal compiten por ser sede del parido inaugural y de la final, mientras Sudamérica se regocija con poder albergar los debuts de Argentina, Uruguay y Paraguay.
Este miércoles, la FIFA también confirmó a Arabia Saudita como sede del Mundial 2034. Aunque la designación parecía sellada desde el principio, no estuvo exenta de cuestionamientos. Noruega, una de las pocas federaciones que mostró resistencia, expresó su disconformidad mediante un comunicado que critica duramente el proceso de selección. “La falta de previsibilidad y procesos abiertos desafían la confianza en la FIFA como el custodio global del fútbol”, afirmó Lise Klaveness, presidenta de la federación noruega.
Klaveness también denunció la falta de integración de los derechos humanos en las directrices del proceso. Según su declaración, “las propias directrices de la FIFA sobre derechos humanos y diligencia debida tampoco han sido adecuadamente integradas, lo cual eleva el riesgo de violaciones a los derechos humanos”. La presidenta, conocida por sus posturas críticas, enfatizó que este tipo de decisiones comprometen los principios de gobernanza sólida que deberían regir en la FIFA.
La controversia remite inevitablemente al antecedente del Mundial 2022 en Qatar, donde organizaciones internacionales denunciaron hasta 5.000 muertes de trabajadores inmigrantes durante las obras previas al torneo, una cifra que nunca fue aceptada oficialmente. En este caso, Arabia Saudita se comprometió a seguir recomendaciones de la OIT, pero una queja formal presentada por el sindicato global Building and Wood Workers International señala continuos abusos laborales en el país.
Aunque la FIFA calificó la oferta saudí como “un riesgo elevado” en términos de derechos humanos, también destacó oportunidades para un impacto positivo en este ámbito. Sin embargo, activistas y críticos consideran que estas evaluaciones son intentos por encubrir problemas profundos. Un informe encomendado por la FIFA a un despacho vinculado al gobierno saudí se comprometió a supervisar el trabajo con agencias aprobadas por el Estado, lo que generó dudas sobre su imparcialidad.
A pesar de las críticas, algunas federaciones como la de Suiza han decidido respaldar la designación. Dominique Blanc, su presidente, expresó la esperanza de que “las lecciones de Qatar hayan sido aprendidas”, pero insistió en la necesidad de una observación independiente para garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos por Arabia Saudita.
Fuente: Óle.com.ar