Si bien las ferias en las plazas tienen larga data, pre pandemia, hoy la actividad muestra un alto crecimiento a nivel local.
Semana tras semana decenas de familias se suman a las «ferias» en las diferentes plazas de la ciudad. Si bien esta actividad tiene larga data, hoy se ha tornado una actividad económica para cientos de familias de San Martín de los Andes.
El «feriar» comenzó hace muchísimos años, luego tuvo una mutación con el «trueque» donde en algunos casos, manejaban billetes de trueque con valor peso. Si bien el trueque funcionó en un momento oscuro de la economía Argentina, en nuestra ciudad funcionó muy bien, ya que vecinos truequeaban alimentos por otros alimentos, ropa y calzados por similares, actividad que se llevaba a cabo en escuelas y salones.
Hoy frente a un costo de vida elevado, una inflación que parece imparable, esta modalidad de feriar volvió con más fuerza que nunca, puesto que para muchos el feriar se convirtió en un trabajo estable que logra su objetivo, trabajar y llevar la comida a la mesa, vestir a los más chicos y vender los productos que muchos emprendedores realizan de forma artesanal.
Basta con dar una vuelta y caminar los puesto de algunas plazas y ver lo que los feriantes venden y ofrecen a los potenciales compradores. Algunos montan su puesto con ropa usada, calzado, también podés toparte con puestos de venta de ropa y calzado nuevo. Además podés encontrar muchos puestos de elaboración de productos alimenticios como tortas, panes caseros, dulces artesanales o podés encontrar algún puesto de frutas y verduras e incluso el ingenio argento permitió que muchas mujeres logren entrar a la rueda económica, ofreciendo productos que conllevan cuidados, como lo son las plantas que crecen y se multiplican de gajos. La realidad es que en las ferias, toda venta es posible, a excepción de algunos productos, que por salubridad en su manipulación, no se ven a la venta en ninguna de las ferias, como lo son carnes y derivados.
Las ferias se encuentran tan coordinadas, que en la mayoría de las plazas de nuestra ciudad, tienen días y horarios para trabajar y no pisarse con otra que se realice en alguna otra plaza, esto permite que quienes, trabajan exclusivamente de feriar, puedan ir rotando de plaza en plaza llevando sus productos.