Hernán Mondino es brigadista de Parques Nacionales y asegura que no se avizoran lluvias en el corto plazo y para la semana que viene continúan las temperaturas elevadas.
«El incendio tiene un comportamiento extremo. El fuego va quemando en retroceso -quema contra el viento- y cuando baja al cañadón, hace un efecto chimenea: sube con fuerza y quema lo que protegiste el día anterior». Hernán Mondino es de Trevelin y es uno de los tantos brigadistas de Parques Nacionales abocados al incendio que comenzó nueve días atrás en la zona de Bahía Rosales en el lago Futalaufquen, en el parque nacional Los Alerces.
Según el último parte informativo, el fuego lleva consumidas 3.005 hectáreas.
«Continúa activo en todos los frentes, comportándose con especial intensidad en los cañadones, dadas las condiciones del viento variable y ráfagas de 75 kilómetros por hora. Estas condiciones extremas, con turbulencias y remolinos, generan columnas convectivas que incrementan la intensidad del fuego con el consiguiente repliegue del personal de terreno hasta las zonas de seguridad», especificó el último parte diario.
Mondino consideró que este último incendio es particular por el lugar en que se desarrolla. Es tan complejo el acceso al sector del incendio que ni siquiera el helicóptero logra bajar en el área y los brigadistas deben transitar alrededor de 3 kilómetros con los equipos a cuestas.
«No se avizoran lluvias y para la semana que viene se esperan temperaturas altas. No es bueno el panorama. El jueves no pudimos trabajar por el viento: había viento errático. A l mejor te metés en el incendio, te rota el viento y terminás encerrado por el fuego», resumió.
Mondino tiene 39 años y trabaja como combatiente de incendios desde hace cuatro años. Ingresó a la brigada provincial hasta que se incorporó a Parques Nacionales. Admitió que le gusta eso de pasar «de un estado tranquilo a uno de pura adrenalina».
«Lo que me atrae del trabajo es todas las aristas que tiene el fuego. En la general, la gente piensa que solo es ir a apagarlo. Pero hay técnicas, toda una logística y un operativo que se monta para que haya combatientes peleando en la primera línea. Es todo un mundo», expresó.
Comentó que desde el área técnica se calculan índices y en base a eso, «sabiendo la carga de combustible, podes ir previendo el comportamiento del fuego. Hay todo un trabajo anterior. Todo un engranaje que se va conectando para abordar el incendio de la manera más eficiente».
Desde los últimos ocho días cuando comenzó el incendio forestal, el trabajo comienza a las 7 de la mañana en la base donde los brigadistas reciben información respecto del objetivo para ese día. Desde ahí, empieza la caminata para llegar al lugar designado, donde el trabajo de los medios aéreos se combina con los cortafuegos. Alrededor de las 17.30 comienza el repliegue y a las 19 los brigadistas ya están en condiciones de regresar a sus casas.
Por el momento, las condiciones climáticas no resultan favorables para aplacar el incendio. Mondino aseguró que el fuego «viene bajado hacia Villa Futalaufquen donde hay poblaciones«.
«Va a seguir quemando porque está muy difícil controlarlo. Va a seguir quemando hasta que no encontremos esa ventana de oportunidad para frenarlo», consideró.
«En algún momento del trabajo, ¿se siente temor?», consultó este diario. «Se termina naturalizando. Hay que estar atento constantamente al viento, a los focos secundarios, hay que subir a lugares medio riesgosos y cuidarnos entre nosotros. El otro día quedamos sorprendidos cuando el fuego cruzó el arroyo Centinela como si nada en diez minutos y se comió la ladera de una montaña. Fue muy bestial. No se pudo hacer nada. Los helicópteros tiraron agua pero es poco para tanto despliegue del fuego», respondió.
En medio de los trabajos en Los Alerces, Mondino recordó que hay 600 brigadistas nacionales con contratos anuales que reclaman por el pase a planta permanente. «Con el decreto del gobierno nacional habría una revisión de los contratos en marzo, pero no tenemos claridad de lo que pueda pasar: si vamos a tener continuidad anual o qué. Hay una incertidumbre grande», señaló.