El Comité de Emergencia del organismo supranacional instó a los gobiernos de los países a «levantar o suavizar las prohibiciones de tráfico».
El cierre del paso internacional Cardenal Samoré a instancias del gobierno chileno de Sebastián Piñera genera malhumor a ambos lados de la cordillera a la vez que se contrapone contra las recomendaciones de la Organización Mundial para la Salud, que ha advertido la inconveniencia de prolongar las trabas a la circulación de personas entre los Estados.
El gobierno chileno amagó varias veces con destrabar el paso por Samoré, pero después dio marcha atrás. El Comité de Emergencia del organismo supranacional instó a los gobiernos de los países a “levantar o suavizar las prohibiciones de tráfico internacional ya que no aportan valor añadido y siguen contribuyendo al estrés económico y social que sufren los Estados Partes”.
Facilitar la vida a los viajeros
Agregó que “los Estados Partes deben considerar un enfoque basado en el riesgo para la facilitación de los viajes internacionales mediante el levantamiento o la modificación de las medidas, tales como los requisitos de prueba y/o cuarentena, cuando sea apropiado, de acuerdo con la orientación de la OMS”.
Las recomendaciones del Comité de Emergencia de la OMS fueron aprobadas por el presidente de la entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Son más de 3.000 los camiones varados en la frontera con Chile
Unos 3.000 camiones de carga seguían varados en la cordillera, en el Paso Cristo Redentor en Mendoza, debido a medidas adoptadas por el gobierno de Chile en materia sanitaria que dificulta los trámites de ingreso al país. Así lo confirmó el empresario Daniel Gallart, titular de APROCAM, la cámara que nuclea a los empresarios del transporte de la provincia cuyana.
La aglomeración de camiones comenzó hace unos días, cuando las autoridades chilenas modificaron una serie de trámites que se tienen que cumplir para entrar al país. Los empresarios argentinos estiman que de 1.000 unidades diarias que circulaban por día, se redujo a apenas 150.
Largas filas de camiones se encuentran a la vera de la ruta en la montaña, a la espera de poder seguir con destino a los puertos chilenos del El Callao o Valparaiso, desde donde sale mercadería con rumbo a los países asiáticos.
El problema no solo afecta a transportistas argentinos: también involucra a brasileños, paraguayos, uruguayos y bolivianos que usan esa ruta para llegar a los puertos del Pacífico. «Sigue todo igual, está todo tranquilo, la gente está ordenada», describió la situación Gallar, quien sostuvo que «Chile tiene la llave para cambiar esto».