Durante los primeros 20 o 30 minutos de este 2022 la ciudad de San Martín de los Andes tuvo un ruidoso sin fin de pirotecnia. A pesar de campañas y pedidos de distintas instituciones, organizaciones sociales y medios de comunicación, la empatía fue cero. Pareciera no importarles nada.
Pasadas las 0 hs mientras miles de familias brindaban para recibir este 2022, otros cientos de vecinos y vecinas comenzaron a encender pirotecnia en varios barrios de nuestra ciudad. En el centro se pudo escuchar por el eco que generan los cerros Currhuinca y Comandante Díaz, cientos de detonaciones de todo tipo, hasta bombas de estruendo que resonaban a cada minuto. Alrededor de media hora de petardos, bombas y otros sonidos atentaron contra niños, niñas y animales sensibles a estos ruidos.
No sirvieron las campañas de difusión, las amenazas de multas, los pedidos de Organizaciones, del Gobierno Local, de medios de comunicación, a ninguno de estos vecinos les importó nada mas que su momento de pirotecnia para «celebrar» la llegada de un nuevo año.
La discusión se termina con este tema cuando se pueden ver los efectos que causan en personas que no toleran este tipo de de sonidos. Pero no basta con difundir estas imágenes porque pareciera que a nadie le interesa el otro.
La peligrosidad del uso de pirotecnia no habilitada también se vuelve un problema ya que genera accidentes graves para quienes utilizan este tipo de explosivos y hasta para sus familiares que a veces son alcanzados por dichos petardos, o bombas, cañitas voladoras, etc.
Será que las sanciones deberían ser mas duras? Esta claro que no existe empatía por el otro, por lo que todo lleva a pensar que lo único que queda es tocar el bolsillo de aquellos que nada les importa.