En la iniciativa, explica que el arresto policial “se aplica como correctivo disciplinario pero su metodología es infortunada para las relaciones interpersonales e insanas para la vida interna de los trabajadores policiales”. En ese sentido, sostiene que produce sentimientos de humillación, pérdida de autoestima, angustia y depresión quebrando sigilosamente la cadena de mando.
Presentaron un proyecto que busca modificar varios artículos de la ley 715, del régimen del personal policial, y decretos reglamentarios con el objetivo de suspender el arresto policial como sanción disciplinaria al personal de la fuerza. Se trata de una iniciativa particular presentada por Herber Miguel Rivero, suboficial mayor de la Policía.
En la iniciativa, explica que el arresto policial “se aplica como correctivo disciplinario pero su metodología es infortunada para las relaciones interpersonales e insanas para la vida interna de los trabajadores policiales”. En ese sentido, sostiene que produce sentimientos de humillación, pérdida de autoestima, angustia y depresión quebrando sigilosamente la cadena de mando.
Por otro lado, enfatiza la necesidad de cambiar un paradigma de facultades extraordinarias que data de 1970 y que “el Estado le otorgó al personal superior de imponer sanciones disciplinarias mediante la simple detención del personal superior y subalterno, y accesorias internas que carecen de legalidad y ejecutividad siendo las mismas de carácter inconstitucional”.
El proyecto también plantea que el personal sancionado administrativamente pueda realizar servicios adicionales, un plus que se desarrolla siempre que el servicio lo permita y que otorga un ingreso extra. Y explica que la medida implica que el personal que se encuentre bajo cualquier situación de medida disciplinaria no podrá realizar servicios adicionales hasta que finalice la sanción. En ese marco, advierte que no deriva de la comisión de un delito y se utiliza como presión psicológica, en la deformación del ejercicio del poder directo.
En los fundamentos, el autor subraya la necesidad de impulsar cambios que otorguen herramientas proactivas, de igualdad, equidad y legalidad para las futuras generaciones que integren la institución policial.