Cada verano, la Patagonia enfrenta una crisis incendiaria que consume miles de árboles y especies, dejando a su paso una devastación que tarda años en recuperarse. Más del 90% son causados por la negligencia humana, evitables con simples medidas preventivas como respetar las zonas libres de fuego y desechar adecuadamente colillas y residuos.
Las estadísticas oficiales no reflejan totalmente el daño causado. Además de la pérdida de vegetación, los incendios desestabilizan suelos, afectan hábitats animales y alteran ecosistemas, amenazando la vida tanto silvestre como humana.
Ariel Amthauer, Director de Lucha contra Incendios Forestales de Parques Nacionales, destaca el creciente poder destructivo del fuego y la importancia de la intervención humana tanto para su prevención como para su extinción.
Este verano, múltiples incendios azotaron los Parques Nacionales de la Patagonia, con distintos orígenes, desde acciones negligentes hasta fenómenos naturales como tormentas eléctricas. Las consecuencias son desastrosas, con miles de hectáreas consumidas y la amenaza de nuevas propagaciones hasta el otoño.
La magnitud del problema se agrava al sumar los incendios fuera de las áreas protegidas, exacerbando la preocupación de expertos como Amthauer, quien señala que Argentina ha experimentado tres años consecutivos de fuego.
Juan Carlos Salazar, brigadista del Parque Nacional Lanín, destaca la importancia de la detección temprana y la intervención profesional para contener estos desastres. Sin embargo, la falta de conciencia y las acciones imprudentes persisten entre algunos visitantes y residentes, poniendo en riesgo no solo los bosques, sino también vidas y propiedades.
El relato de Gustavo Quilodran, brigadista con décadas de experiencia, ilustra la complejidad y el peligro inherente a esta labor, especialmente frente al cambio climático que intensifica la severidad de los incendios.
Los incendios forestales en la Patagonia no solo amenazan la biodiversidad y el paisaje, sino también la seguridad y el bienestar de quienes habitan y visitan esta hermosa región. Es vital tomar medidas preventivas y adoptar una mayor conciencia para proteger este invaluable patrimonio natural.